Caminito cumplió 60 años

Caminito cumplió 60 años y justamente como esta columna se llama Buenos Aires con ojos de turista quiero que los porteños conozcan ese lugar que es punto obligado de todo turista que pasa por nuestra ciudad Alguna vez, fue el cauce de un arroyo, después un desvío del ferrocarril y, en 1920, un basural. Hasta que Benito Quinquela Martín soñó que ese rincón olvidado de La Boca podía transformarse en el único museo de bellas artes al aire libre del mundo Así nació Caminito, que fue inaugurado el 18 de octubre de 1959.. 

Esta callecita, que hoy es uno de los lugares más fotografiados del mundo, se extiende 150 metros de este a oeste. Su forma es sinuosa porque por allí fluía un arroyo que desaguaba en el Riachuelo. Había un puentecito para cruzarlo y, por eso, a esta zona de La Boca se la conocía como "Puntín", que en dialecto genovés o xeneize significa "puente pequeño". Después, por ese lugar pasaron las vías de un ramal del Ferrocarril de Buenos Aires que llegaba al Puerto de la Ensenada. Cuando el tren dejó de pasar, en 1928, esa parte de la traza se convirtió en sendero al que llamaban "la curva" y muy pronto, en basural. Hasta que en 1954 los hermanos Arturo y Aníbal Cárrega, dueños de un almacén naval frente al sendero, limpiaron el camino junto a sus empleados y lo convirtieron en peatonal. También convocaron a Quinquela Martín, que fue quien ideó convertirlo en un museo de arte a cielo abierto El nombre es un homenaje al tango con música de Juan de Dios Filiberto y letra de Gabino Coria Peñaloza. Aunque el caminito del tango se refiere a un sendero en Olta, en La Rioja En Caminito de hay esculturas, conventillos históricos y mucho color. Porque para el artista, el color era un arma para vencer a la monotonía urbana, en tiempos en que Y en este 60 aniversario Caminito vuelve a lucir con sus colores originales, perdidos hace tiempo debajo de sucesivas intervenciones. Víctor Fernández, el director del museo recordó que National Geographic había hecho un reportaje sobre Buenos Aires a fines de los años 50 y en la edición de marzo de 1958, con una nota dedicada a la capital argentina, tenía fotos en color de los muros que bordean Caminito y la imagen de la esquina de Iberlucea y Pedro de Mendoza. Ahí se veían los tonos elegidos por Quinquela para la inauguración de Caminito. Con esa valiosa información se encararon los trabajos finales de recuperación del paseo. Además del tratamiento aplicado a los muros, se acondicionaron las bases de las esculturas y monumentos exhibidos en el museo. Los mismos con los que celebra sus seis décadas.