Columna "Sustentabilidad, Sostenibilidad y Consumo Responsable: El Bambú." Por Susana Abelson
Cerramos el programa con este espacio de reflexión sobre novedades que nos ayudan a tomar conciencia de la importancia de acciones por el cuidado del medio ambiente
Últimamente se habla mucho del bambú y sus aplicaciones. Originario de la India, hay distintas variedades, la asiática es usada como la planta de los mil usos: toallas, sábanas, lentes, relojes, termos, vajillas, muebles, fundas de dispositivos móviles, bicicletas, muebles, juguetes, suelos, cortinas, utensilios domésticos, objetos de decoración, estoy contando los usos del bambú.
Los productos textiles de bambú son muy suaves, absorbentes, antibacterianos, antimicóticos y transpirable. Especialmente son elegidos para hacer ropa de bebés porque además son hipoalergénicos y termoclimáticos, ideales para cualquier época del año.
En la construcción, lo eligen porque es muy resistente El bambú puede trabajarse como la madera, crece más rápido que la madera convencional, aisla, no es sensible a la humedad y tampoco se oxida. Además produce menos impacto ambiental que los materiales convencionales, como el ladrillo o el cemento.
Lo usan también en la alimentación natural en disecados, enlatados o en forma de brotes frescos porque son ricos en potasio, vitamina A, además de contener hasta 17 aminoácidos. Y también lo usan para producir energía térmica como biomasa para generar electricidad.
En la Argentina pasó inadvertido hasta ahora en que en la Facultad de Agronomía de la UBA y en el Instituto de Botánica Darwinion están estudiando las especies nativas y las exóticas que tenemos en el noroeste y están trabajando en usos de las hojas como forraje, las cañas como biocarbón para reparar suelos y aguas contaminadas, también su aplicación en la industria química y farmaceútica, hasta sus brotes como alimento nutritivo.
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